No me convenció nadie,
fue tu sonrisa,
aquel día que no recordaras
el destino nos unió por primera vez.
Nadie se imaginaria que dos años después seguiría aquí.
Quién lo diría.
Ya te digo,
no me convenció nadie,
y tus ojos ayudaron.
He crecido contigo,
el mejor año de mi vida porque estás
o el peor porque siempre te vas.
El día que volviste se me paró el mundo,
creo que siempre que estoy contigo el tiempo para
y la vida solo existe para que yo te mire a los ojos tres segundos más,
y darte cuatro ó cinco besos antes de que te vayas,
o los que sean con tal de que te quedes.
Aquel día,
el de "siempre volvemos a estar juntos",
aquí estamos,
rompiendo todas las reglas que nos ha puesto el camino,
el cielo y el infierno,
que ya no sé a donde iremos cuando esto se nos vaya de las manos.
Y el tren se está yendo,
y yo te digo adiós con todo el dolor que ello conlleva.
Lucha eterna entre la cabeza y el corazón,
los dos estaban de tu parte,
pero la gota decidió colmar el vaso.
Nada pudo hacerme cambiar de idea cuando el vaso se desbordó y yo me ahogué.
Podías haberme salvado y decidiste llevarte parte de mi corazón
mientras volvias a desaparecer.