Aquella noche en el mismo momento que me estaba diciendo que era suya y yo contestando que no,
sabía que sí.
Y así fue,
acabé siendo suya y él mío.
Como siempre fuimos,
y siempre seremos.
Encaprichados el uno del otro,
sin o con amor de por medio,
más sin que con.
Pasé del amor al simple deseo en milésimas,
aunque sé que algo de amor aún habrá,
porque sólo quiero ser tuya,
de nadie más,
todos saben que a ti te pertenezco.
Inquietos como somos juntos,
estemos donde estemos,
seremos juntos.
Somos uno.
Uno en la cama,
uno en la ducha,
uno en el sofá,
uno en el suelo.
La verdad es que me da igual mientras ses contigo.
Es tan obvio todo tan solo clavarnos la mirada.
Tú te quieres más que a nada,
imaginate lo que te quiero yo si te quiero más.
Lo poco que me quiero yo,
y tú que me quieres menos.
Encaprichate,
haz algo,
no lo sé,
estabiliza la balanza.
Me queda poco tiempo aquí,
o poca paciencia.
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