domingo, 6 de abril de 2014

Lo que antes eran ganas ahora es indiferencia.

Lo tuyo es dejarlo todo a mitad.
Mi felicidad,
mi tristeza,
las cartas,
conversaciones a la cara, por Whatsapp y por todo,
y todo a mitad.
Sinceramente, siento decirte que conmigo lo has hecho todo mal,
todo.
Crees que no,
que eres perfecto y la mala soy yo,
lo que no sabes es que siempre te pillo las mentiras,
y siempre me has mentido,
eso es lo único que hacías bien,
pero no perfecto porque siempre te pillo.

Tranquilo, no te pillaré ni una más.
Porque me voy.
De tu vida, de la nuestra,
o de lo que esto fuera,
espero no volver a verte,
te juro que lo espero.

Tengo la esperanza de que jamás quieras volver a mi vida,
aunque no te lo creas estoy de putísima madre,
y tu vuelta no sé cómo sería en mi nueva vida perfecta,
perfecta porque no estás.
Creías ser lo mejor de mi vida y no,
pero yo sí era lo mejor de la tuya,
que depresión de caballo te va a entrar cuando veas que yo era la única capaz de subirte y engordarte el ego de cualquier forma.

De verdad que tengo la esperanza de que todo te vaya genial para no tener que volver ni a verte de espaldas.

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