miércoles, 31 de julio de 2013

Cómo no volver a escribirte.

Nunca pensé que volvería a escribirte a ti.
Pensaba que aun que no te escribiera te estaba olvidando, o mira, por lo menos, intentándolo.
Pero bueno, ya no sé que hacer.
Se te ve tan bien sin mi...
Y diría que soy genialmente feliz sin estar a tu lado, pero sería mentir, y si a ti no te he mentido nunca, no voy a empezar ahora, es algo de lo que estoy orgullosa, el no parecerme a ti, me encanta.
Y te juro, que como yo he intentado olvidarte nadie lo ha hecho, pero como te he querido y lo sigo haciendo, tampoco.
Enserio que creía que jamás volvería a escribir para ti, y ojalá a partir de hoy fuera igual, ya llevaba mucho tiempo sin hacerlo, y bueno...
Cuando todo va mal, cuando vuelves a hacerme llorar sin motivos, y cuando vuelvo a escuchar tu voz cuando ya no la recordaba, a mirar a esos putos ojos, y a sentir, sentirte, cuando todo esto pasa, se revoluciona en mi cabeza y yo estallo, joder.
Como no volver a escribirte. 

"-Otra vez.
+Es el destino, tienes que admitirlo, ya no es normal esto.
-Pues el destino me está tocando los cojones, yo no puedo más, que alguien haga algo, necesito olvidar. Me piro.
+No, no te vas a ir. El destino tiene un plan para ti, y lo seguirás, y ese plan es aquí, y verás como es con él.
-Mira, no creo en el destino, pero sí en que alguien esta pasándoselo de puta madre liándome la vida.
Tampoco creo que él vaya a volver a mi vida. Siempre soy optimista y pienso que sí, que algún día, pero, ¿por qué me engaño? Sabemos que no.
+No lo sabes, y si no es con él, será con otro mejor.
-Si lo sé. Ese, ese es el puto problema, que no quiero a otro mejor, le quiero a él, con sus ojos, sus cicatrices visibles o no, sus manos, su cuerpo tío. Con sus imperfecciones y perfecciones. Con esa vena capulla e hija de puta que le sale en cualquier momento inesperado, tan predecible pero a la vez tan raro. Con su testarudez, con su pasotismo, y con sus venazos románticos  con todo eso, y con todo lo que es, dime si hay alguien como él, porque no lo creo, y aunque lo hubiera, aunque fuera una pegatina de él, un reflejo.. nunca, escúchame, nunca, sería él."

Y si no es él, no quiero nada.

Me siento tan bien, pero tan vacía, sin ti, pero con todo alrededor,
con sol, y calor pero un viento de cojones,
en bikini en pleno agosto, pero con bufanda de lana y botas.
Teniéndote al lado me siento bien, pero no poder besarte, me deja vacía.

Volver a ver este pequeño pueblo contigo, cada tarde, o cuando quieras.
Está tan vacío todo si no es contigo.













Sin ti es como mirar solo barcos, contigo, era planear una vida y vivirla.








sábado, 27 de julio de 2013

¿Qué tal si vuelves?

No estaría nada mal eh.
Yo sería feliz,
te haría feliz a ti,
todo volvería a ser como antes,
no perdemos nada.

Nada en absoluto.

Y es que ni llegarías a imaginarte lo mucho que te echo de menos.
Lo mucho que haría por volver a verte tirado en la cama.
Por tenerte sonriendo por cada esquina de esta casa y por volver a ver
tu culo por mi pasillo.

Sinceramente, no sé por qué y quizá si lo supiera no estaría tan segura,
pero, sé, lo sé, que algún día vas a volver, no sé cuándo ni por qué, pero sé que lo harás, y que todo será como quiero ahora.
Pero tengo ese miedo, a que cuando vuelvas yo no esté.
Pero bueno, también es verdad que por ti lo dejaría todo,
que si el amor tiene límites contigo y por ti los sobrepasaría ochocientas veces.
Y no quiero que en un tiempo pase todo esto que te estoy diciendo,
lo quiero ya.
Y mira, ojala sea verdad eso de que cuanto más tarda algo en venir, más bueno es.
Pero tengo miedos, miedos que solo tú podrías hacer desaparecer.
Y lo único que necesito es tenerte a mi espalda, cogido.
Solo eso.

Y es imposible...

Y si vuelves, y ese gran miedo a volver a perderte, y es que pienso, en como te perdí la primera vez, que no sé si sería capaz de hacerlo una segunda, y es pensarlo, y muero.


(Aquí todos rompemos promesas)

Y tienen que estar hartos, de soportar mis rayadas, mis movidas, mis mierdas.
Tienen que estar seguramente hasta los mismísimos cojones de mí.
Y es que, bf...
Es normal, si hasta yo me harto de mí.. de siempre caer igual, no en la misma piedra, pero sí de la misma manera, y no sé si es que todos los caminos están puestos con los mismos errores para cometer o es que yo soy gilipollas.
Realmente me decanto más por la segunda opción..
Os juro que me encantaría saber y poder aprender de los errores, me encantaría.
Pero no sé hacerlo. No aprendo, nunca.
Porque a pesar de todo sigo echando de menos sus ojos, tío, esos putos ojos.
Esas pupilas donde mirarme, y esos iris que enamoran.
(Y estáis pensando en quien no es)
Y veis, ya me estoy rayando, ya estoy pensando en él.. Y joder qué mierdas hago después de tanto tiempo, qué hago imaginándomelo otra vez aquí, a mi lado sentado.
Y aunque no os importe una mierda, u os moleste, yo voy a contar todo lo que quiera sobre él y sobre lo que pienso al respecto.
Quisiera volver a esos tiempos, que hacía frío, pero es que me da igual, porque estaba él conmigo.
Hoy me he dado cuenta de que no me acuerdo de su voz, y no sabéis que palo, me ha dado por pensar en que si no me acuerdo de su voz, quizá no esté tan enamorada como pienso.
Pero es que no lo sé...
Necesito escuchar esa voz otra vez, llamándome, riendo, insultándome de esa forma tan cariñosa que tenia para hacerlo. (Después me doy cuenta de las cursiladas que suelto y veo que quizá si esté tan enamorada)
Necesito ver sus putos ojos, de frente, no de lado ni de pasada, quiero esos ojos mirando fijamente a los míos.
Esa risa dedicada a mi, (aunque nunca haya sido así. O sí, ya no sé ni que digo).
Esos abrazos instantáneos que le salían, y después soltaba ese 'no pasa nada, qué va a pasar tonta'.
Y sí, sí pasaba, y pasa, y pasó, y seguirá pasando mientras no esté sentado en mi cama mirando como canto o hago la gilipollas.
Todo esto seguirá siendo una mierda mientras no venga a verme cada tarde, 
mientras no estoy tirada por el suelo con él,
mientras sus 'buenos días borde de mierda, ¿sigues 'plof'?' ya no vayan para mí.
¿Cómo no iba a estar 'plof'?
Si le tenía en mi vida pero a la vez no, y dios, que impotencia.
Y mira, ya no es ni medio normal todo lo que hago por volver a verle, 
se me está yendo la cabeza, mucho, necesito tenerle cerca,
aunque tenga que aguantar la impotencia de antes,
necesito tenerle aquí,
necesito chocolate con galleta,
(solo lo voy a pillar yo, y como muchísimo, él)
Necesito volver a correr por todos lados, 
necesito tus miradas, joder, 
que te rieras de mí de esa forma tan tuya...
Y bueno, viendo todo lo que he escrito, y todo lo que sigo teniendo en la cabeza, es normal, muy normal, que estéis hasta los cojones de mi...
Porque tío, después de tantísimos meses... que siga sentada, en la misma acera, 
en el mismo escalón,
en la misma silla,
en la misma cama,
en el mismo sofá,
esperándote....
Pero mira, no lo puedo evitar, y tampoco quiero hacerlo.. el día que esto tenga que cambiar, cambiará por si solo, mientras tanto seguiré dándoos por culo con mis mierdas, y a quien no le importen que ni las escuche ni las lea.

(Pero mira, aquí todos rompemos promesas)

Pero sigo. 




jueves, 25 de julio de 2013

24 de Julio de 2013

"Un día como otro cualquiera, quizá...
Paula lleva bastante tiempo hablando con un chico, lo conoció por Internet, ese bastante tiempo, es un año, e incluso se han visto.
Él, es de Santiago de Compostela, Galicia.
Y viene hacía Madrid siempre que puede, siempre que reúne el dinero suficiente para ir a ver a su vida, Paula, a Madrid.
Paula ha decidido contárselo a su madre, sabe que ella le echará cierta bronca, ya que es muy estricta y tampoco es muy normal, que Paula, una chica de 16 años conozca a un chico de 18 por Internet y lleven un año juntos, hablando y viéndose, sin que su madre supiera nada.
Paula tiene decidido contárselo a su madre, con la total esperanza de que no se cabree mucho.
Quiere contárselo todo... Como fue como se conocieron, como dijeron de quedar la primera vez, como fue todo cuando se vieron, como quedaron las siguientes veces, como fue SU primera vez, y esas ciertas cosas... cosas que, sabe que a su madre no le sentaran bien, pero necesita contarlo, necesita que Alex y su madre se conozcan, necesita ir ella a Santiago de Compostela a conocer su entorno.
Y llega el día en el que decide contarlo.
-Mamá, ¿podemos hablar?
-Hola cariño. Por supuesto, dime.
-Desde hace bastante tiempo quería contártelo, pero no sabía como hacerlo... si te cabreas, lo siento.
-Paula cielo, me estás asustando, ¿qué pasa?
-Hace un año, quizá algo más de un año, conocí a un chico por Internet, tiene 18 años, casi 19, y se llama Alex, es de Santiago de Compostela... lleva viniendo a verme a Madrid desde hace 10 meses, nos hemos visto todas las veces que ha venido a verme, ha conocido a mis amigas y se lleva genial con ellas, ha venido a casa, dice que le encanta como la tienes decorada..Pero mamá, ahora quiero que os conozcáis vosotros.
-Paula... dime que todo esto es mentira, que es una broma.
-No mamá, es enserio, ¿qué pasa?
-Paula, joder, ¿cómo coño conoces a un tío por Internet hace un año o MÁS y empiezas a verte con él desde hace 10 meses? Joder, es mayor de edad, lo has metido a casa. Joder Paula, qué coño haces, ten dos dedos de frente, piensa con la cabeza. ¿Lo habéis hecho?
-A ver, dios, no es tan raro como suena... sí, lo siento.
-¡¿Que lo sientes?! ¡¿Qué coño me estás contando Paula?! Quiero que te conectes a por donde hables con él, que le llames algo, y que cortes esa relación de YA. Quiero que me des el móvil, el ordenador, vas a estar sin salir hasta que a mi me de la gana, y que ni se te ocurra ni acercarte al teléfono fijo, y ni se te ocurra escaparte.
-(Escaparme...) Mamá, joder, no puedes hacerme esto.
-¿Que no puedo? Pues mira como lo hago. Solo quiero lo mejor para ti. Ese tío desaparecerá de tu vida, tiene mucha más experiencia en la vida que tú, tiene casi 19 años, joder, Paula, te ha desvirgado, y se pirará, es un cabrón, hijo de puta.
-¡No mamá, no! ¡No quieres lo mejor para mi, quieres lo mejor para ti! Quieres lo que tú piensas que es lo mejor, estás haciendo lo que te hubiera gustado que hiciera la abuela por ti, para no llevarte el puto chasco que te llevaste con ese hombre al que tendría que llamar papá pero que no está. No quiero vivir como una puta amargada como tú, que eso es lo que eres. No quiero.
Quiero irme con Alex y ser feliz, no es tan difícil de comprender.
-Te vas a ir a Francia, a un internado, te voy a mandar para allá, los fines de semana saldrás y estarás con tus abuelos, yo ya no puedo contigo.
-¿Qué?
-Lo que oyes, he estado 16 años criandote yo sola, sacandote adelante, con todo mi sudor y esfuerzo, para esto.
-Naira, ya no te mereces ni que te llame mamá...¿Vas a ser tan hija de puta?
*le da una hostia a Paula*
-La próxima vez te piensas llamar hija de puta a tu madre, la decisión está tomada, mañana por la mañana salimos para Francia. Haz la maleta.
-Eres una hija de puta, zorra.
Paula va hacia su cuarto corriendo, se encierra, tiene que darle a su madre el móvil y el ordenador, pero antes de nada, llama a Alex, le explica todo lo ocurrido.
-Esta noche, necesito que estés aquí esta noche, ven a por mí, nos vemos donde siempre, llevaré la maleta, me voy contigo Alex.
-Paula, estás loca, no podemos hacer eso, no tengo ni el dinero suficiente para ir.
-Por favor, reúnelo rápido  necesito irme de aquí  o no volveremos a saber nada el uno del otro, confío en ti, amor.
-Está bien, a las 00:00 donde siempre, te quiero, adiós.
-Yo más, adiós.
Paula sale de su cuarto, deja el móvil y el ordenador encima de la mesa y vuelve a entrar, empieza a hacer la maleta.
Es la hora de comer y Paula no sale de su cuarto, no tiene pensado hacerlo, ni lo hace.
Sale por la tarde de su cuarto a la cocina a por algo de comer, cruza una mirada de desprecio con su madre y se vuelve a su habitación.
Son las 22:00, hora en la que cena, faltan dos horas para la fuga.
Sale a por algo de comer, sigue sin querer estar con su madre, no quiere volver a pasar tiempo con ella en la vida. Vuelven a cruzarse miradas, la mirada de desprecio de Paula es impactante, si las miradas matasen... en voz baja Paula, suelta un 'zorra'.
Le sale del alma, y no se arrepiente ni de pensar que su madre es una hija de puta y una zorra, ni de decirlo.
Vuelve a entrar a su cuarto.
Son las 23:15 y oye como su madre se va a dormir.
A y 25 sale sigilosamente con la maleta, le deja una nota a su madre, en la que solo hay palabras llenas de rencor; 
''No me busques, a donde voy estaré muchísimo mejor que con alguien como tú, no quiero volver a verte en la vida, zorra. Te odio.''
Coge el móvil de la mesa, y sale de su casa.
Va hacia esa esquina en la que siempre se veía con Alex, llega justo, 23:59, y allí ya estaba él.
No hacían falta palabras.. Paula le abraza, él coge la maleta de ella, se cogen de la mano y andan hacia la estación.
Tienen que estar allí varias horas esperando a que llegue el tren camino a Santiago de Compostela.
Cuando por fin se hace la hora, suben.
Van durmiendo en el tren.
Cuando por fin despiertan ya no queda mucho para llegar.
Alex decide hablar con Paula.
-Oye nena, quería decirte, que sí, en este año, claro que me has gustado, si no no te habría follado, pero que las veces que he ido a Madrid era para ver a mi padre, que vive allí, que ahora en cuanto bajemos de este tren no vas a venirte a mi casa, yo tengo una vida en Santiago, tengo pareja desde hace 3 años, y tú eras mi entretenimiento. Te digo esto porque si te estoy pagando el viaje a Santiago y te he ido a recoger a Madrid es para hacerte un favor, no porque te ame. Así que antes de bajar te daré 200 euros para que pases un tiempo, y ya tú buscate la vida, me das pena... algún día podrías llamarme, y recordar viejos tiempos, ya sabes.. follas bien, ha sido un placer conocerte Paula, no quiero ser insensible, solo dejarte las cosas claras.
-¡¿Qué cojones me estás diciendo?! 
-Lo que oyes, nena.
-No me llames nena, hijo de puta, no quiero tu puto dinero, no soy tu puta. En cuanto llegue a Santiago me ocuparé personalmente de que tu novia se entere de esto, cabrón de mierda.
-Sabes que no harás eso, eres demasiado buena nena, me amas ¿recuerdas?
-Cabrón mentiroso.
*Paula corre hacia el baño llorando*
Queda hora y algo de viaje.
Paula pasa esa hora llorando en el tren.
Cuando por fin piensa con la cabeza... sale de ese asqueroso baño, y va hacia su sitio, se sienta, y piensa, que en cuanto baje de ese puñetero tren llamará a su madre, le pedirá perdón por todo, ya que es lo mínimo que se merece... joder.
Entonces, por el altavoz se oye una voz: Señores pasajeros, quedan menos de cuatro kilómetros, pueden ir cogiendo sus cosas, y recogiendo, pueden ponerse en pie, ya llegamos, gracias por viajar con nosotros.
Paula, coge su maleta, y se levanta, le caen las lágrimas solo de pensar como la ha cagado, pero en cierto sentido está feliz, ya casi ha llegado, va a llamar a su madre, va a decirle que la quiere, y se va a liberar de esa tierra en la que un cabrón la ha jodido.
Y justo...

"24 de julio de 2013: Accidente de tren en Santiago de Compostela, 79 muertos, más de 140 personas han resultado heridas..."

1 de esos 79, Paula. 1 de esos 140, Alex."

Nada de esto es real.
Pero muchísimo ánimo a los heridos y a los familiares de los fallecidos en este accidente.
Ánimo Galicia, ánimo Santiago. 




























jueves, 18 de julio de 2013

Sed bienvenidos.

"Un día salisteis a organizar la mentira y os quedasteis con la calle,
dijisteis, esto sí 
y esto no.
Como si pudierais decidir qué flores eran bonitas a los ojos de todos.
Opinasteis con la mano en la espalda
y el cuchillo en la mano, bien preparado para todos aquellos que no estaban dispuestos a daros la razón.
Hicisteis que en los ojos de la buena gente creciera un álito de decepción
ante la muerte natural de la magia,
y luego os jactasteis de ello
en páginas y páginas de historia a las que cambiasteis los adjetivos.
No esperareis que ahora que llueve ácido sobre vuestras sonrisas, 
que vayamos a reíros las gracias pese a todo,
con este odio infundado
después de que violaseis siglos de mujeres que se partieron el pecho por parir un niño que no fuera como vosotros.
En el destino de las paredes alguien solo soñó muros,
con dioses engreídos que no venían a nuestro cuento,
que no nos hicieron felices
y, sobretodo, que no necesitábamos.
Traficasteis con nuestros miedos hasta prohibirles el derecho de llorar por las noches,
nos hicisteis tan planos como vuestros espejos, y después nos juzgasteis por nuestras arrugas.
Detrás de cada robo, en los ojos de la gente se acumularon lágrimas,
y en cada universidad que entrasteis a quemar libros,
en cada calle con fusiles en la puerta,
en cada peldaño de sangre que pusisteis a la historia,
hubo un testigo que no va a callarse ninguna de las costillas rotas que le partisteis.
Hablo, con el descaro que me da haber aprendido mirando rostros de alfombra en los vagones de metro,
la libertad de llorar a la hora que se precie
me da que pensar que sólo llorareis el día que todo esté perdido.
Detrás de cada folio lleno de leyes, hay un ejercito de dedos inquietos deseando llevaros la contraria.
Hay un millón de resacas que olvidasteis cuando os pusisteis a especular con las mareas,
hay todo lo que pensasteis que jamás ocurriría.
Espero que os hayáis preparado para el olvido,
porque él se ha puesto de gala con nuestras mejores tumbas, chaqué y corbata, para recibirnos.
--- Escandar Algeet,                                Alas de mar y prosa.

Alguien.

· Alguien que me demuestre que quiere, que me quiere.
· Alguien que luche.
· Alguien que me haga sentar la cabeza, abrir los ojos, tener dos dedos de frente.
· Alguien por quien luchar.
· Alguien por quien sonreír.
· Alguien de quien depender y que dependa.
· Con quien escribir una historia; un capítulo; una leyenda; una saga; y sobre todo, lo que es, una vida.
· Unos ojos; unas pupilas; un iris; donde mirarme, azul; verde; marrón o tricolor, pero que sea él, autentico.
· Una boca que me despierte cada mañana.
· El color de la piel que sea cualquiera.
Solo quiero alguien con quien tener todo esto y más.
Y con quien ya sueño desde hace tiempo, quizá esté diciéndolo todo al aire, pero realmente ya esta ese alguien en mi vida, fuera, pero dentro, todo es tan extraño si es a su lado...
Quizá ya tenga en mente con quien compartir todo esto que cuento.
Unos ojos marrones; una piel preciosa; un acento especial; y una voz única; una risa, una sonrisa, mortal; y unas manos hechas a las mías. 
Una altura genial y un gusto increíble.
Esa persona, es él, mi él.
Pero ni soy suya, ni es mío; soy más suya que mía, tal vez.
Y mientras se pueda seguir soñando libremente, seguiré haciéndolo,
y en mis sueños,
y en mi vida,
el protagonista, 
será él.
Y mientras tanto, mientras todo cambie, mientras los caminos se unen, 
seguiré aquí,
soñandote,
viéndote,
viviéndote,
esperándote,
esperando a que nuestros caminos, algun día quieran estar juntos.
No me pregunteis por qué, pero sé que será pronto.

Habrán más caminos, más oportunidades, 
habrán más días, (y seguiréis sin entenderlo).

miércoles, 17 de julio de 2013

Y...

Lo mismo es mejor contarlo todo,
quiero decir que manejo cantidad de ausencias
y me guardo lugares y portafotos en rincones
por los que nunca pisé
antes de que todo pudiera escribirlo en versos.

Ahora no sé lo que quiero,
después de 14 veranos de mi vida, la de cosas que han pasado, y como todo me ha cambiado.

Y es que inventáis, solo eso sabéis hacer,
hablar de mí,
de mí, pero de verdad.

Hacer repaso es pasar por tu vida haciéndote daño.

Nunca me he querido suicidar,
ni siquiera aquella vez que escribí que lo decía en serio.
Nunca lo habría hecho.
Soy cobarde por instinto natural
y muchas veces tiemblo
y lloro cada tres meses,
últimamente siempre en el mismo hombro,
y nunca me he atrevido a intentar poder tocar la guitarra.

Querría explicar mi lado más humano para decirte que bueno,
soy tan imbécil que sigo sangrando
                                                                sin tener heridas.

No recuerdo en que momento dejé de creer en los reyes magos.
Ni cuándo se me cayó el primer diente.
Ni los primeros veinte euros que me dio mi abuela.

Nunca fui la tía más dura de clase, ni lo seré,
ni la más rebelde,
ni siquiera, hay que joderse, la más guapa.

Aprendí a fumar con mis amigas.
Siempre fui mala con las manualidades sin piel de por medio.
Un día aprendí a dejar de querer
y dije 'no te quiero' mirandole a los ojos.
Él se marchó con la cabeza gacha, y yo me quedé en silencio.

De Calamaro aprendí que por brutal
la honestidad no es una elección
Y ahora 
digo
ando perdido sin saber
cómo seguiré siendo
si te digo todo esto que te digo.

Que bebí del biberon hasta los 5 años.

He visto gente haciendo cosas que no...
y me dije que no haría lo mismo,
y después lo hice.

Hubo noches en las que lloré porque le echaba de menos.
Lo mismo no ando tan perdida,
si he conseguido un par de pupilas
donde poder mirarme
sin tanto
         tanto
              miedo.
Creo que no sabría hacer fuego sin un mechero o una cerilla.
Tampoco sabría reanimarte si te caes a mi lado
y nunca he visto de cerca a una persona muerta, lo que llaman un cadáver.
He llorado por muertes.

Una vez comprendí a mi abuelo
y desde entonces le hablo menos
          pero le miro más.
La navidad me pone un nudo en la garganta.
No sé por qué lo cuento, pero necesitaba mostrarte todo esto.
Es posible que me cueste volver a escribir.
Los sueños siempre me dieron de comer.
Darte cuenta de que eres un ser imperfecto y normal,
de que hay muchos y mejores...
No recuerdo mi primer recuerdo,
y olvidaré el último que tenga.
Ha habido tías
que me hicieron meditar
          que lo mismo la homosexualidad
                              me era interesante,
pero luego
siempre había un él
que me demostraba lo contrario.

Como no sé tocar el piano, pulso teclas,
y me creo algo.

Fumadora a diario, nostálgica por defecto, 
payasa porque mira, tú no te has visto cuando ríes,
y además,
me obsesiono con el peso del humo en las heridas.

Tengo mi vida, y un puñado de amigos que saben de puños y puñales.
Él, que no está hecho a mi medida, si no a la suya, 
que es mucho más interesante,
y que me aguanta 5 páginas de tonterías continuas
y me deja ser así,
y puede que él,
sí,
sea el motivo o el origen de todo esto que te cuento,
como excusándome un poco,
y que cierro aquí porque él está conmigo, pero sin mí,
y yo,
me muero, (no sé dónde aprendí a tener deseos) 
de ganas de darle un beso.

Mucho 'lo siento' y mucha mierda, pero jamás lo has sentido.

Y es entonces, cuando no puedo hacer otra cosa que estar pegada al móvil,
que estar viciada a su foto, a sus fotos,
porque no me queda otra.
Y solo pienso en verle, 
otra vez,
que sea mejor que la primera,
pero peor que la próxima.
Y soy tan feliz en tan poco tiempo, que me asusta, no lo admito.
No quiero admitir que se está convirtiendo en todo, en muy poco tiempo.
Porque me da miedo, sí.
Demasiado daño me han hecho como para volver a intentar rehacer mi vida tan pronto.
Pero soy tonta, y sigo adelante.
Que no debería, pero sigo.
Y me doy cuenta, una vez más.
Que vuelvo a lo mismo.
A luchar por algo, que no.
A luchar por alguien, que no.
Que una vez más pienso, que no, que nada es como pensaba, ni lo será nunca.
Porque joder, intento demasiado, lucho de más, y al final para qué, porque no es para nada, porque no sirve para nada, joder, mira que mierda.
Y empieza todo igual, o peor, (bueno peor no creo que pueda ser).
Pero, peor, en otro sentido.
Los celos.
El orgullo.
La mierda, joder.
El dejar de contestarnos a los Whatsapps por el simple hecho de 'él me ha contestado tarde, pues yo más'.
Y joder mira, tiene a otra, y otras, pero sigo ahí, por qué, debería pirarme.
Pues no.
Y sigo.
Y no me doy cuenta, que por mucho que lucho, no sirve de nada, y que no tengo por qué luchar,
que luche él, 
que se preocupe.
Pero sigo yo, porque sé que él no lo hará.
Y si no lo hace él, por qué yo tendría que hacerlo.
Y me doy cuenta.
Por fin.
Que lo único que le agradezco es que me haya hecho olvidar lo que no podía.
Pero que vamos, dime, a ti cómo te olvido.
Si es pasarme la vida mirando tu última conexión y tu cara de gilipollas.
Y que no puedo, no quiero más esos 'lo siento'.
NO.
Mucho 'lo siento' y después qué, nada eh.


Habrán más días, (no lo vais a entender).

lunes, 8 de julio de 2013

Simplemente, escaparme contigo.

"Todo ocurre en un instante. Lo cual si lo piensas, da rabia. Si tuviéramos más oportunidades de hacer las cosas, quizá no nos salían tan mal.
Y bueno, todo empezó ahí.
A todos nos gustaría retroceder en el tiempo para poder revivir las mismas cosas, pero sabiendo lo que ha pasado después. Todos deseamos que nos suspendan para tener la posibilidad de repetir la vida, o la situación.
Lo malo de la vida es que solamente hay una, y que, cuando acabas de aprender algo, lo aprendido ya no te sirve de nada. A menos que vuelvas a hacer el mismo camino, la misma trayectoria, una segunda vez. Y estoy en ese momento de mi vida que no sé que hacer, no sé si reírme o darte de hostias, o darme yo.
Y pienso, no renuncies a nada, ríete dándote o dándole de hostias.
¿Y con nosotros que ha pasado? ¿Hemos repetido o hemos pasado de curso?
Puede que aún estemos en los trabajos de verano, o puede que tengamos que presentarnos a los exámenes de recuperación, somos un auténtico desastre... A lo mejor tendrían que hacernos repetir, así podríamos rehacerlo todo como es debido. Merecemos que nos hagan repetir, tendrían que mandarnos a primero de primaria. ¿Sabes cuántas tonterías menos haríamos si retrocediéramos en el tiempo?
Y no sé si de verdad hay algo que volvería a hacer de otra manera.
Todo está tan atado que me daría miedo cambiar un solo cruce de nuestro camino.
Y me pongo a recordar, y es que joder, nos queremos... 
''+Eh! Tú!
Me oye y me mira mientras corro hacía él.
+No te vayas.
-¿Por qué?
+Porque no quiero, sencillamente, baja, venga. Te necesito.
-¿Y ella?
+Vivirá con nosotros, se ocupará de la casa y cuidará a nuestros hijos.
-Vale...
+Pero ella ahora es lo de menos, ¡venga, baja del tren!
-No sé si debo bajar, ¿le has dejado a él?
+No, él también está esperando fuera, se encargará de la limpieza, y de sacar al perro... ¡Claro que le he dejado!
-Ah, vale.
+¿Y bien?
-Te advierto, que no pienso hacerme rastas, y este es el último verano que me ves bailar, ya me he humillado bastante.
+¿Algo más?
-No me gusta la cerveza negra.
+A mi tampoco, ¿quieres que escojamos los nombres que pondremos a nuestros hijos?
-No, eso lo decido yo... Una cosa, tú me conoces, yo soy... en fin, ya lo sabes, no siempre soy fácil...
+No, pero vete a...
-Vale, ya sé que lo sabes, así que...
+No tenemos que casarnos, solo tienes que bajar de este puñetero tren. Me da igual la música que escuches, cómo te vistas, si bailas en las fiestas... Sencillamente, me gustas tú, me gustas así.
Me abraza y me besa.
Me pongo a reír de alegría, temía haberle perdido.''
No creo en el destino, o sea, no creo que nuestros caminos estén marcados, me parece una tontería. Y pienso que los opuestos se atraen, pero depende. Y me dan mis rayadas, y.
Y de algún modo, no sé cómo, es como si hubiese llegado, de forma inesperada y antes de tiempo, la palabra, fin.
Y me digo, y me decía, que las cosas no iban a cambiar, que no van a cambiar, pero no es cierto, ya han cambiado.
Y que no quiero creer en que el destino exista, no.
Y si estoy en lo cierto, debe de haber alguien pasándoselo de puta madre liándome la vida.
Y las cosas no terminan, solo que simplemente, cambian, y mi vida esta cambiándolo todo muy rápido.
Y quieres buscar una solución a todo, porque de repente se te cae el mundo a los pies e intentas hacer algo, y no puedes, pero es que no hay una solución a todos los problemas.
A llegado el verano, a acabado la primavera y la época en la que seguías a mi lado, a acabado todo o ha cambiado mientras nos empeñábamos en encontrar la solución a todos nuestros problemas.
Y es que no sé, cuando estoy contigo el mundo me parece de colores y brillante, y toda la gente me parece feliz, (que cursi soy).
Y es precisamente porque lo dicen todos, por lo que nosotros en ese momento, no nos dijimos nada.
Y tú estás como el culo, porque ya nada va bien, pero todos te dicen <<Sonríe>> y tú, pues sonríes, aún que no lo sientas.
Pero llora, llora todo lo que necesites, grita.
Y es verdad eso de que solo reparas en ciertas cosas cuando las pierdes, que hay cosas en la vida que no te preocupas de mirar cada mañana. Y deberíamos fijarnos en todo y todos, que después nos lamentamos, porque, sinceramente, somos gilipollas.
Y escribiendo, y leyendo todo esto, me doy cuenta, mis palabras me revelan que él es mi medicina.
Y escribiendo, y leyendo todo esto, me doy cuenta, de todo, y pienso.
Y quisiera poder sencillamente decir que sé lo que estás haciendo, que sé que estás intentando mostrarte alegre, fingiendo que todo está controlado. Quisiera, pero sé que no. Quisiera saber si sigue enamorado.
Y que todo el mundo te pregunte, '-¿Cómo estás cielo?' y, ya, ya no aguantar más, ya no fingir más y decir que estás bien, no, joder, ya no.
'+Jodida, gracias.'
Y mira después de todo, creí que te perdía, y quizá es que sí, que te he perdido de verdad.
Quizá nuestro problema fue no decirnos las cosas, no soltarnos la verdad.
A veces, hay que decir las cosas desagradables. Los problemas empiezan cuando uno ya no dice lo que piensa.
Puede ser, puede ser que el destino si exista, es que joder, no lo sé.
Todos son momentos, solo tienes que unir los hilos de tu destino, pero, y si el destino no existe qué.
Tratas de mostrarte feliz, pero no, todo va de culo.
Tratas de mostrarte feliz, pero evidentemente no es así.
Intentas sonreír cuando en realidad lo que querrías es llorar, se nota, y por qué no hacerlo, por no preocupar a los demás...
Piensa un poco en ti.
Y es que mira, la vida se me está yendo de las manos.
Es que ya no distingo los sentimiento, ya no sé si estoy enamorada.
Me doy cuenta de hasta qué punto, por una absurda broma del destino, o de la vida, mi vida se ha enredado.
Y estoy sola, no hay otra alma viva. Sola con mis pensamientos. Los oigo como la lava que presiona contra el suelo, es el volcán que trata de estallar. Me siento pequeña, diminuta, y siento el peso del mundo bajo mis pies.
Ni yo, ni tú, ni nadie, nadie encuentra las palabras exactas para explicarme qué clase de absurda broma me ha gastado el destino.
Bueno, ya no éramos felices... No todo tiene que ser siempre perfecto, estar con alguien significa escribir una historia juntos, y si nuestros futuros ya no coincidían, nuestras historias menos.
Y la felicidad desaparece, o la encuentras en otro sitio, o persona.
Aun que las cosas hayan salido así, no me arrepiento de lo que he vivido y las elecciones que he hecho en mi vida, o contigo, que eres, o eras, mi vida.
No me arrepiento de nada.
Tu historia debes escribirla tú, a lo mejor no ha salido como la habías planeado, pero si crees en ella, no tendrás que arrepentirte de nada. Tienes que decidir cuál quieres que sea tu camino, pero ahora mismo no lo estás haciendo.
Y todo esto, significaba decidir que iba a ser de nosotros.
¿Somos peces o pájaros? Porque si somos peces sé cómo se hace, si somos pájaros no sé cómo volar y corremos el riesgo de hacernos daño.
Tengo miedo.
Miedo de que él ya haya escrito su historia, otro capítulo de su vida, un capítulo largo e importante, junto a otra persona que no soy yo.
Entonces, me doy cuenta, acabo de empezar a escribir un fragmento de la que quiero que sea mi historia a partir de este momento.
Esta es la que quiero.
Él, está escribiendo un nuevo capítulo de su historia sin mí, es más, está empezando una historia en la que a mí ni siquiera me menciona.
Y quiero decir lo que pienso, pero los pensamientos son demasiado directos.
Quiero vivir con todo mi ser, con todo lo que pienso y con todo lo que soy.
Justo desde aquí voy a empezar de nuevo. Y que si el primer capítulo de mi nueva historia ha sido un suspiro, el segundo será una carcajada.
Tengo que correr el riesgo.
Debo pensar que a lo mejor no lo consigo, debo pensar en la peor de las hipótesis. A lo mejor esa es la solución.
Tengo que correr el riesgo de perder esta partida, si no, incluso si la ganamos, no la ganaremos de verdad, y después estaremos más liados que al principio.
Buscaba una solución perfecta para mi vida, y eras tú, pero ya no estás.
Y es que el amor no tiene reglas. Y si el amor no tiene reglas, no puede decirse que el amor no tenga reglas, porque la falta de reglas ya es una regla.
No tiene que haber ni un cómo ni un por qué. Podría no haber ninguna respuesta en el amor. Podría existir el amor a secas.
Y sé que si quiero recuperarle, tenía que perderle, o arriesgarme a ello.
Y veo, como nuestros caminos, tan distintos como son, acaban de volver a encontrarse.
Los hilos de mi destino se han enredado en alguna parte y no conseguiré deshacer todos estos nudos quedándome aquí parada.
A veces, las personas necesitan crecer, o cambiar. Otras veces las personas solo necesitan reencontrarse a sí mismas.
Y cuando buscas la aceptación de todos, todos te señalan con el dedo, se como eres, no cambies por nadie.
A veces hace falta una pieza desquiciada para que cada cual pueda encontrar su lugar en el rompecabezas, y quizá esa sea yo.
Eres mi meta, no hay que apresurar el viaje, sino que tengo que llegar allí con lo que he ganado por el camino.
Lo importante no es llegar, lo importante es lo que hay por el camino, disfrutar de cada instante.
Y que sí, te quiero, pero la vida es larga, y quién sabe lo que me depara la vida, quién sabe si el día de mañana estaré muerta o viva. Que quiero llegar a ti, ya. Pero quién sabe.
Siento un intento súbito de huir, de subir al primer avión o tren que me lleve lejos de aquí, a una pradera infinita, o a un río en la montaña, o a Nueva York o a Australia.
No garantizo que todo vaya a arreglarse, puedo esperar que ocurra, puedo hacer de todo para que ocurra, siempre lo había creído, pero dejé de hacerlo, y por ti, quizá vuelva a ello. A creer en mi, en ti, y en volverte a ver al lado mía al despertar.
A lo mejor el destino no existe, os sí, no sé, pero no puedes rechazar nada de lo que te ocurre por el camino, porque aún no puedes saber adónde te conducirá.
Y no estoy dispuesta a volver a perderte, te quiero recuperar ya, para estar siempre.
Veo los reproches, veo su historia, veo un pasado que escuece, un presente complicado y también el asomo de un futuro.
Le encuentro.
Por fin.
Noto claramente cada latido de mi corazón, la tensión de mi voz.
He venido para recuperar mi vida, para escribir un nuevo capítulo de ella. Contigo.
Y no puedo aceptar que la única persona a la que pierdo seas precisamente tú, eso no puedo aceptarlo. 
Te quiero.
No le he preguntado, qué nos ha pasado con nuestro amor. Y ahora que no me queda más que el recuerdo del momento en que todo era posible y en que nuestra historia estaba empezando, me pregunto a cada segundo, ¿Querías que las cosas saliesen así? No, claro que no.
Pero esta vez es demasiado tarde.
¿Por qué dejaste que me enamorase de ti?
Es el final, el final de mi historia.
He comprendido que te quiero de verdad.
Me doy cuenta de como a veces nuestros pensamientos nos engañan, sacando nuestros miedos, alimentando nuestras inseguridades, y por eso te he perdido.
Porque pensaba que el problema éramos nosotros. O, llegados a este punto, la solución.
¿Y si el mundo nos decepciona?
No te desearía que te enamoraras de alguien como yo.
Pero es demasiado tarde.
No quiero que te largues.
Corro hacía él, sin pudor, porque no quiero que se marche, que se vaya.
-Pero ¿qué estabas pensando?
+Simplemente, escaparme contigo.
Recuperarte, y escribir nuestra historia juntos.
Esta no será ni la primera, ni la última vez que te lo diga, 
te quiero."


Rayadas matutinas. (Recuerdos)

En el momento en el que dije que de verdad me había pillado por él, es que lo sentía de verdad.
Hay gente, que se echó a reír, gente, que directamente me dijo que no me tomaba enserio.
Y después estaban los que medio me apoyaban, porque lo intentaban, pero me decían que no me pillara por alguien así.
Que no era el indicado, y que solo iba a por hijos de puta, pero que éste, éste era el peor.
Pero bueno, como siempre, vosotros opináis, pido consejo, pero al final acabo haciendo lo que me da la gana, y como siempre, hice lo que quise.
Y empezó, todo, ir hablando con él por Whatsapp, saltando por la calle, mis amigas flipando conmigo.
Era tan feliz, tío, lo era tantísimo...
Y lo bueno dura poco, eso ya me lo han demostrado muchas veces.
Pero no sé, pensar que eras distinto, que la gente se equivocaba con respecto a ti, y ver que eras peor que nadie, pues.
Jueves, 18.
Hablando a todas horas, dándonos los buenos días, las buenas noches, diciendo de dormir juntos, de pasar la vida, y es que contigo lo hubiera pasado todo, y casi.
Te veo, te veo venir, y.
No sé.
Es algo tan raro, que jamás he vuelto a sentir, con nadie, o no sé.
Y lo bonito que fue todo.
Viernes, 19.
En un día que llevábamos sin vernos, habíamos hablado poco, y habían pasado tantas cosas.
Iba dispuesta a dejar las cosas claras, a no volver a verte en la vida.
(Y aún no había pasado lo peor).
Llegar, que me beses, quitar la cara.
Y arrepentirme.
No sé si de haber dejado que me besases o de haber apartado la cara cuando ibas a darme el segundo.
Paso de besos, saludos, abrazos, y mierdas.
Quiero verdades, joder.
Muchas preguntas, y una sola respuesta para todo, 'eso es mentira'.
Muchas preguntas, pocas respuestas.
Y voy dispuesta a aclararme la puta cabeza, y bueno, lo único que hago, es seguir queriéndole, mientras pienso, que quiero confiar en él, y que él no me va a fallar jamás.
Y me voy, y le cuento a mi amiga, que no he aclarado nada, por así decirlo, que simplemente le he mirado a los ojos y me lo he creído todo, le he mirado y me he muerto, porque es él, tía, y lo sabes, y lo sé, no va a haber nadie más.
Y mi amiga, pues, no me mete la hostia porque ve que estoy pillada de verdad, pero poco le falta para dármela.
Sábado, 20.
Que poco faltaba para que todo acabara, y que rápido había empezado todo.
Un 'quiero verle' que se repite en mi cabeza cada 2x3...
Pero, después está esa otra parte, esa que me decía que no era de fiar, que no.
Y me manda un Whatsapp, 'baja, estoy en el portal'.
Y enamora, por muy gilipollas que fuera o sea, lo hacía.
Y bajo, y lo mismo de siempre,
y yo cabreada,
y el se reía.
Tío, no te rías, ni puta gracia.
Quiero verdades, joder.
Y poco más.
Pierdo hasta los pendientes.
Domingo, 21.
Ya no te veo.
Me dices que me echas de menos, pero ya no te creo.
Lunes, 22.
Te echo de menos.
Pero eres gilipollas.
¿Que me echas de menos? Vete con la otra.
Ya no te creo.
Martes, 23.
La gilipollas soy yo.
Mi mejor amiga me echa la bronca, se cabrea conmigo, porque soy subnormal profunda.
Voy a volver a verle.
Y le veo.
Y todo va a más.
Y te quiero.
Y en la cierta esquina de siempre, nos unimos, o en este caso nos separamos.
Y bueno, todo ha sido raro.
Pero joder, eres un capullo.
Pero tío.
Y esa tarde, otra vez, quiero verdades, joder.
Y esa tarde no puedo más.
Y lloro.
Y sus 'no llores, no quiero verte mal' que ahora, ¿te digo por dónde me los paso?
Y dios, cómo pude creerle tanto.
Miércoles, 24.
Dices que no, pero sé que vas a estar con ella.
Deja de mentir.
Jueves, 25.
Joder.
Más de lo mismo.
Y mira, ya empieza mi odio.
(Pero nada comparado a lo que me iba a venir encima).
Viernes, 26.
'Quiero verte, te echo de menos', no mientas, joder, y en su momento no me di cuenta...
'Yo también, dónde estás'.
Y vino a verme.
Y mi madre, y 'quién es ese chico'.
Y es mi sonrisa, mis ojos, mi vida, mis lágrimas últimamente.
Y bueno, y hoy..
El mayor error de mi vida, fuiste tú, no nada más, tú.
Pero, soy masoquista, y gilipollas  más que nada, que volvería a conocerte, y me volvería a enamorar.
Y te despides, y creo que es la primera vez que pienso, que jamás, nos hemos dicho 'te quiero' a la cara, quizá porque tenía miedo de decirlo y perderte antes de tiempo, o porque en el fondo, muy fondo, sabía que tú no lo sentías.
No sé.
Verdades, respuestas.
Sábado, 27.
Creo que me voy a acordar de este día mi vida entera.
No paro de hablar de ti.
Te creo totalmente.
Me arrepiento de alguna cosa.
Pero te quiero, así que lo demás da completamente igual.
Esa tarde había llovido muchísimo, y a mi y a mi amiga solo se nos había ocurrido ir a la playa mientras llovía, y correr 
y saltar
y gritar
y cantar 
por la calle.
Estamos ya en su casa, sigue lloviendo.
Recibo un Whatsapp.
Shock.
Me quedo en una esquina del sofá, y empiezo a llorar, como nunca antes lo había hecho.
Y entonces mi amiga, sin entender nada, me abrazó.
Le mando a él un Whatsapp,
me visto, 
y salgo a la calle corriendo,
seguía lloviendo,
era un día gris, muy gris.
Llego a él.
Y bueno, ya no me salía llorar, solo quería pegarle, que muriera, sinceramente.
No le deseo la muerte a nadie, pero en ese momento...
Y es que le odio.
Mi amiga cabreada tuvo que saltar a 'defenderme', por decirlo de alguna forma, (ya que concretamente no lo voy a explicar, el que lo pille, bien, y el que no, lo siento mucho.)
Salimos de aquella casa, y podría haberme acompañado a mi casa, estaba lloviendo, yo estaba mal,
todo estaba mal,
y habían muchas cosas que aclarar.
Pues no. 
Y habían muchas cosas que aclarar y al final, no aclare nada, me hizo pensar que era mi culpa, y todo fue peor, y mira, que yo lo único que le pedí es que me contara la verdad, nada más.
Me intentó dar un beso en los labios y aparte la cara. 
Siempre he pensado que a raíz de eso puede que se cansase de mi, y de mis dudas, pero si no hubiera sido tan mentiroso...
Siempre he pensado, que todo ha sido mi culpa, siempre me lo han hecho ver así, como, tú lo hiciste porque quisiste, ahora no te quejes, si dices que le quieres después no llores, todo es culpa tuya, eso mentira, has sido tú.
Y cosas así.
Y siempre vais haciendo querer sentir mal y culpable a la gente, y no, sé que la he cagado mucho, muchas veces, y con mucha gente, pero que en esto, yo no he tenido la culpa.
Que he sido gilipollas, sí. Pero él más.
Esa noche, no fue mi noche.
Ese día, fue muy gris.
Domingo, 28.
Día de mierda.
Todo el día mal.
Y por fin llegan mis amigas, intentan animarme, no lo consiguen.
Y de repente, un Whatsapp, 'estoy abajo, baja'.
Y yo flipando, bajo, contenta, pensando que por lo menos no me va a dejar tirada, que va a estar a mi lado, y que ha venido a verme.
Y bajo, con mis amigas.
Estamos hablando, bien, me pregunta que qué tal, que no esté mal, y todas esas mierdas que me dice la gente desde hace tiempo.
Y ese 'sal a fuera, tenemos que hablar', y yo muerta del miedo, algo peor no podría venirme encima, ya estaba en la mierda, ¿enserio podía llegar a estar más hundida? 
Pues sí.
'Esto no va, no hay futuro, no quiero nada.'
Vale.
No te he pedido en ningún momento que nos casáramos, ahora mismo (en ese momento) solo te pedía que estuvieras conmigo y me apoyaras.
Hijo de puta.
'Dame un abrazo, no llores, no estés mal ¿vale?'
Y yo solo contestaba, 'sí, sí, vale, tranquilo, no estoy mal.'
Pero vamos, que de patadas te hubieses llevado si no me hubiera quedado en shock.
Gilipollas.
Y me estoy llendo, y me coge y me da un abrazo, y pienso,
pero qué haces gilipollas.
Y se pira, y entro a mi casa, y mis amigas mirándome, como, qué pasa, joder.
Y me da.
Me da por pegarle a todo, por tirarme al suelo y llorar.

Y mi prima me da de hostias.
Y la gente.
Y la vida.
Me advirtieron.
Y bueno.

Y ahora es verte, y no sé.
Que sensación.
Te odio, pero.
No sé si es amor.
Y no creo. Si escribo todo esto, es porque me he acordado, y que bueno. Porque el otro día dudé, pensé que te quería cuando volví a mirarte a los ojos y volviste a dirigirme la palabra.
Pero no, puedes, puedo y podéis estar tranquilos, que no.
Que recordando esto, y sabiendo lo rencorosa que soy, sé que si lloré, no fue por amor de haberte vuelto a ver, fue de rabia e impotencia, de no poder partirte la cara, porque ya es demasiado tarde.
(Lo de partirte la cara, siempre lo digo, pero nunca lo hago, ni creo que lo haga, no sé, depende, jé).
Tu gilipollez te sobrepasa, me sobrepasó la mía.
Pero menos mal, que abrí los ojos.
Y me acuerdo de la vez que te dije porque te odiaba, y tú solo contestaste 'lo siento', no joder.
Te lloré todo lo que no supe decir.
Y ahora, te odio tanto.
Y me encantaría poder contar todo, tal cual. Pero no puedo.
Y la única pregunta que quiero hacerte, y quiero que me respondas, por una vez, solo por una vez, con sinceridad, es, por qué te fuiste, sin más, o simplemente, mejor, por qué viniste.
Y oye, que sigo sin las respuestas que necesito, y sin las verdades que me mentiste.







miércoles, 3 de julio de 2013

Y no sé por qué.

Pero dudo.
Dudo mucho,
de todo,
de ti,
de mi,
de mi vida,
de la de todos.
Dudo en que pulsar cuando voy, 
dudo en si quiero verte, o no,
o si no voy a verte, o si.
Dudo de todo lo que me dijiste, de si sería verdad,
o simple mentiras,
(más lo segundo que lo primero, sí).
Y no sé por qué, 
pero sigo esperando, y esperando,
y esperando...
Y no penséis saber por quién va esta entrada,
ni lo preguntéis,
porque va por quien menos os vais a esperar.
Me da por pensar,
dudar,
rayarme,
quererte.
Bueno, ya sabes, nunca me hizo bien pensar.
Y aunque estoy escribiendo una mierda de entrada, en la que una mierda se entiende, (o sea nada), yo me estoy desahogando.
(Que es para eso para lo que tengo el blog, no para contarte lo que me molesta o molestó de ti (o vosotros), y que me cagues la cara, por decirlo así, para eso no.)
Y te voy a decir, que sí, que puede que dude, que me raye, que quiera, (que por querer quiero muchas cosas), puede que me pase todo eso, o incluso más, pero que jamás me verás llorar, nunca.
Ni me oirás decir 'te quiero', ni 'te echo de menos', aunque ya alguna vez de mi boca eso haya salido, ya no más, no.
Y es que soy tan inestable con respecto a ti, joder, y es que son esos ojos, que no tienen nada de especial, pero derriten, o esa sonrisa que aunque no sea por mi, enamora, que, joder.
Y a quien engaño diciendo que no te siento, si es un morir verte.
Y que ya no estás, y cuando estás (a tu manera) ya no sé que siento, y es ese vuelco de corazón, esa sonrisa instantanea, que me dicen que sí, pero no. Después vuelves a desaparecer y no.
Y no sé que siento, ni sé que hago. Y mi inestabilidad por ti, una vez más, me supera.