miércoles, 26 de junio de 2013

Vacía.

Vuelves a andar con la cabeza agachada, 
vuelves a sonreír por compromiso, 
y sin sentirlo.
Vuelves a estar vacía.
A no querer saber nada de nadie, 
a no salir, 
a evitar a la gente.
¿Y todo por qué?
Por algún gilipollas que se ha pirado y sabes que no va a volver.
Y no, no penséis en quien es, porque no lo vais a saber,
ni os lo vais a imaginar.
Ser feliz, estar sonriendo, ni acordarte de él, tener a otro de la mano y te llegue el con su sonrisa, y te mire, y se te caiga el mundo a los pies, al subsuelo y a to' el infierno si es que existe.
Al infierno él, y su sonrisa, y sus putos ojos.
Y piensas, que si estás así no es solo por él, no le eches la culpa.
Es por todo(s).
Te sientes vacía.
Cuanto más tarda en venir lo bueno más bueno es ¿no?
Pues con todo lo malo que me ha venido de golpe...
Sé que la he cagado muchas veces, y con muchas personas.
Pero creo que algún día me mereceré ser feliz.

¿Y por qué no hoy?
Pero, es que intentas sonreír, y no tienes motivos para hacerlo, y entonces, pues, no lo haces.



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