Y a pesar de todo joder.

Es un continuo 'estoy jodida'.
 Estoy jodida por el pasado (hace pocos meses, pero al fin y al cabo ya es pasado ¿no?).
Estoy jodida por el presente.
Estoy jodida por tus putadas, por las suyas, por las vuestras.
Jodida por los que me jodieron.
Jodida por lo putos cabrones que sois algunos.
Jodida por los falsos que iban de amigos, y a la mínima se piraban. Jodida por recordar sus estupideces. Jodida por tus 'me importas' que son lo más falso que he oído jamás.
Jodida por las fotos que ya no tengo, o por la que he quemado.
Jodida por tus 'jajaja' cuando te digo algo que siento, ahí te merecerías una gran patada donde ya todos sabemos.
Jodida por saber que no es nada, nada en absoluto, ni tú, ni él. Que mis rayadas no sirven, son pura mierda que me jode. Los recuerdos son más de lo mismo.
Jodida por ver que las tardes llorándole a una por ti (y las que me quedan) no me sirven, no me ayudan, me joden.
Jodida por las noches perdidas pensando en él, o contigo.
Jodida por la mancha negra de la puta pared (lo entenderemos pocos).
Jodida por la tableta de chocolate con galletas por las tardes en mi casa.
Jodida porque mi cama...
Jodida por el abrazo para recuperar mi móvil, jodida por las peleas que tuve con mi madre por volver a verle.
Aquel único abrazo.
He mezclado dos temas distintos en esta entrada, dos personas distintas.
Nada que ver entre ellas, y entre las situaciones, pero necesitaba desahogarme. Él tenía su vida hecha, y sigue. Y tú sigue viviendo importándote yo una mierda, aunque dijeras que sí lo hacía.
¿A mi quién me cierra las heridas, eh? 
Estoy tan jodida por tantísimas cosas que creo que si sigo no acabaría hoy, ni mañana.
Más que nada, jodida por los recuerdos, que joden tío, no sabéis cuanto, ni os lo imagináis.